Retos y Desafíos de la Cooperación Internacional.
Última Jornada de la VII Escuela de Pensamiento Feminista Rosario de Acuña 201o, este año dedicada a Africa en el contexto del Feminismo Global y organizada por el Ayto de Gijón a través de su Oficina de Políticas de Igualdad.Mucha tarea por delante para las Organizaciones de Mujeres y para el resto de la sociedad en su conjunto, es lo que nos toca si lo que se pretende es algo tan básico y complejo a la vez como mantener ”Relaciones de Cooperación equlibradas”.
Exactamente esa fue la expresión utilizada por Marisa Soleto durante su ponencia, para describir la labor que realiza como directora de la Fundación Mujeres. Acuerdos, Intercambios, Intervención…son algunas de las llaves para lograr lo que será el largo camino hacia el entendimiento mutuo en el marco de las delicadas Relaciones Internacionales. “Vivirlo en clave de oportunidad y no sólo de problema” apuntó Soleto, representa uno de los aspectos del necesario enfoque para observar con nitidez los retos que plantea eso que se ha dado en llamar “el Empoderamiento de las Mujeres de África”.
España tiene experiencia en el intento. Y ser consciente de lo que se ha conseguido y lo que no, significa tomar conciencia de que las mujeres en este país, después de varias décadas de democracia y formación, todavía no hemos logrado superar el 30% de la participación empresarial. Muchas empresas se abren y otras tantas se cierran, el tejido empresarial femenino continúa siendo frágil y precario. Y eso a pesar del reconocimiento formal de la igualdad.
En África las mujeres, todas las mujeres y también las niñas, trabajan en el sentido más literal de la palabra y lo hacen además de forma absolutamente cooperativa. Algo por cierto, que en ese proceso hacia el intercambio real, ellas nos pueden enseñar a nosotras, parcialmente contagiadas por un modelo de gestión y reparto de poder más vertical que trasversal.
Pero ser beneficiarias de una política de microcréditos, imprescindible en una primera instancia para asegurar su economía de subsistencia, no garantiza a medio ni largo plazo que su posición en el sistema ascienda de manera significativa. Como en España la lucha y el reconocimiento por nuestros derechos y libertades no ha garantizado la Conciliación Laboral y Familiar, o una representación menos estereotipada de la mujer en los medios de comunicación.
La complejidad de la normativa para la creación de empresas o la falta de infraestructuras son dificultades a sortear para lograr que el trabajo de las mujeres africanas penetre en la estructura social a todos los niveles. Teniendo en cuenta además que el “género” de los proyectos no debe estar por encima de su calidad.
Y sin perder de vista el enorme peligro y la colosal responsabilidad que supone la intervención en los procesos de construcción económica de países dónde el analfabetismo es la regla y no la excepción.
La extrapolación de realidades tan cuestionables en este momento de la Historia, como nuestro sistema financiero, podría suponer un traspaso de virus que debilite y deforme sus propias estrategias y referentes para desarrollarse y evolucionar sin perder su Identidad.